martes, 18 de febrero de 2020

Los Berrinches.


Berrinches.

Una de las cosas más aterradoras que nos podemos encontrar al tratar con pequeños son los famosos berrinches, estas enormes descargas de emociones que pueden alcanzar grados inimaginables… “Como un ser tan pequeño puede causar tanto caos”

¿Qué son los berrinches?

Los berrinches son muestras de frustración, miedo, tristeza o ira por parte de los niños estos son manifestaciones habituales de sus emociones. Dichas reacciones generalmente son acompañadas de llanto, gritos, pataletas, tirarse al suelo, aventar cosas etc.
Estos suelen ocurrir en pequeños de entre 1 y 6 años de edad ya que a esta edad aún no saben lidiar con la frustración, la ira, el cansancio o la tristeza y de esta forma exteriorizan estas emociones. Si bien es complicado reaccionar ante un berrinche es importante mantener la calma, ya que si se trata de controlar a base de gritos el berrinche no terminara pronto como lo deseamos, al contrario puede verse extendido.

Tipos de berrinches/rabietas.


Según guiainfantil.com, existen 5 tipos diferentes de berrinches o rabietas:

Atención: cuando el pequeño siente que no tiene la atención puede desatar un berrinche, ya que el niño al sentir que no se le hace caso recurre al llanto para atraer la atención de los padres. Esto también lo podemos ver cuando llega un hermanito a casa. Es el berrinche con el que nos podemos encontrar con mayor frecuencia, muchas veces los niños la utilizan para tomar la atención de sus padres. Es importante prestar atención a dicho berrinche ya que suele tener una llamada de atención real y el niño puede sentirse desplazado.

Deseo de conseguir algo: es un berrinche común en niños de 2 o 3 años, ellos quieren algo que no se es otorgado y lo quieren de forma inmediata, al no obtenerlo en el momento que lo piden comienza el llanto.

Evitación: sucede generalmente cuando quieren evitar alguna situación que no es del todo de su agrado, por ejemplo que no quiere que les corten el cabello, no quieren ir a dormir, o algún alimento que no le agrada, es ahí donde comienza el berrinche que en muchas ocasiones logra su cometido.

Cansancio: muchas ocasiones a media mañana o al final del día los niños están tan cansados que no pueden dormir, o existe algún factor que influya en el poder dormir, por lo que los pequeños recurren al llanto y el berrinche como una forma de quejarse del cansancio y forma de pedir ayuda para poder conciliar el sueño.

Frustración: en muchos casos el niño aún es demasiado pequeño como para saber reconocer las emociones por las cuales está pasando, por lo que en algún momento se puede sentir irritado y frustrado y comenzar a llorar sin saber muy bien el motivo del llanto.

Consejos para controlar los berrinches de nuestros hijos.

El primero y más importante es mantener la calma ante el berrinche del pequeño, no logramos nada si nos ponemos a gritarle, y golpearlo no es una opción, a él le da igual si estamos en una reunión familiar, en un centro comercial, o enfrente del presidente del país, no podemos combatir gritos con gritos, además solo empeoraremos la situación, lo mejor es tomarlo con calma, y restar importancia a su comportamiento, es importante identificar la razón por la cual surgió el berrinche.

Deja que se desahogue, el pequeño recurre al berrinche para poder sacar las emociones que aún no sabe controlar ni identificar, es importante llevarlo a un lugar distinto a donde comenzó el berrinche, podemos hablarle con calma y explicar que entendemos el motivo de su berrinche, teniendo en cuenta que el pequeño no nos prestara toda su atención y no podrá dialogar con nosotros hasta después de que pase el berrinche, solo así podrá escuchar nuestros argumentos.

Hablar con tranquilidad tenemos que explicarle a nuestro pequeño por qué su actitud no es la correcta, infundirle tranquilidad, mirarlo a los ojos y explicarle con sinceridad el motivo por el cual no puede obtener lo que quiere.

No ceder a su petición en el momento de tener frente a nosotros un berrinche por no cumplir una petición es importante mantener la decisión firme de no otorgarle lo que desea, y evitar hacerlo a mitad del berrinche, ya que esto puede hacer que el niño entienda que si llora o patalea obtendrá todo lo que desee, y el pequeño cambiara su actitud cuando quiera obtener algo, por lo que tendremos berrinches frecuentes cada vez que se le diga que no.

Paciencia  ante todo debemos mostrar paciencia  hacia nuestros pequeños, ya que están en una edad en la que no comprenden como nosotros las emociones que nos abordan, si en medio del berrinche sentimos que perdemos la paciencia podemos pedir el apoyo de algún integrante de la familia, para poder alejarnos y calmar nuestras emociones. Es aconsejable hablar con los integrantes de nuestra familia para poder utilizar los mismos métodos en el control de berrinches.




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