Berrinches.
Una de las cosas más
aterradoras que nos podemos encontrar al tratar con pequeños son los famosos
berrinches, estas enormes descargas de emociones que pueden alcanzar grados
inimaginables… “Como un ser tan pequeño puede causar tanto caos”
¿Qué
son los berrinches?
Los berrinches son muestras
de frustración, miedo, tristeza o ira por parte de los niños estos son
manifestaciones habituales de sus emociones. Dichas reacciones generalmente son
acompañadas de llanto, gritos, pataletas, tirarse al suelo, aventar cosas etc.
Estos suelen ocurrir en
pequeños de entre 1 y 6 años de edad ya que a esta edad aún no saben lidiar con
la frustración, la ira, el cansancio o la tristeza y de esta forma exteriorizan
estas emociones. Si bien es complicado reaccionar ante un berrinche es
importante mantener la calma, ya que si se trata de controlar a base de gritos
el berrinche no terminara pronto como lo deseamos, al contrario puede verse
extendido.
Tipos
de berrinches/rabietas.
Según guiainfantil.com,
existen 5 tipos diferentes de berrinches o rabietas:
Atención:
cuando el pequeño siente que no tiene la atención puede desatar un berrinche,
ya que el niño al sentir que no se le hace caso recurre al llanto para atraer
la atención de los padres. Esto también lo podemos ver cuando llega un
hermanito a casa. Es el berrinche con el que nos podemos encontrar con mayor
frecuencia, muchas veces los niños la utilizan para tomar la atención de sus
padres. Es importante prestar atención a dicho berrinche ya que suele tener una
llamada de atención real y el niño puede sentirse desplazado.
Deseo
de conseguir algo: es un berrinche común en niños de 2 o 3
años, ellos quieren algo que no se es otorgado y lo quieren de forma inmediata,
al no obtenerlo en el momento que lo piden comienza el llanto.
Evitación:
sucede generalmente cuando quieren evitar alguna situación que no es del todo
de su agrado, por ejemplo que no quiere que les corten el cabello, no quieren
ir a dormir, o algún alimento que no le agrada, es ahí donde comienza el
berrinche que en muchas ocasiones logra su cometido.
Cansancio: muchas
ocasiones a media mañana o al final del día los niños están tan cansados que no
pueden dormir, o existe algún factor que influya en el poder dormir, por lo que
los pequeños recurren al llanto y el berrinche como una forma de quejarse del cansancio
y forma de pedir ayuda para poder conciliar el sueño.
Frustración: en
muchos casos el niño aún es demasiado pequeño como para saber reconocer las
emociones por las cuales está pasando, por lo que en algún momento se puede sentir
irritado y frustrado y comenzar a llorar sin saber muy bien el motivo del llanto.
Consejos
para controlar los berrinches de nuestros hijos.
El primero y más importante
es mantener la calma ante el
berrinche del pequeño, no logramos nada si nos ponemos a gritarle, y golpearlo
no es una opción, a él le da igual si estamos en una reunión familiar, en un
centro comercial, o enfrente del presidente del país, no podemos combatir
gritos con gritos, además solo empeoraremos la situación, lo mejor es tomarlo
con calma, y restar importancia a su comportamiento, es importante identificar
la razón por la cual surgió el berrinche.
Deja
que se desahogue, el pequeño recurre al berrinche para poder
sacar las emociones que aún no sabe controlar ni identificar, es importante
llevarlo a un lugar distinto a donde comenzó el berrinche, podemos hablarle con
calma y explicar que entendemos el motivo de su berrinche, teniendo en cuenta
que el pequeño no nos prestara toda su atención y no podrá dialogar con
nosotros hasta después de que pase el berrinche, solo así podrá escuchar
nuestros argumentos.
Hablar
con tranquilidad tenemos que explicarle a nuestro pequeño por
qué su actitud no es la correcta, infundirle tranquilidad, mirarlo a los ojos y
explicarle con sinceridad el motivo por el cual no puede obtener lo que quiere.
No
ceder a su petición en el momento de tener frente a nosotros un
berrinche por no cumplir una petición es importante mantener la decisión firme
de no otorgarle lo que desea, y evitar hacerlo a mitad del berrinche, ya que
esto puede hacer que el niño entienda que si llora o patalea obtendrá todo lo
que desee, y el pequeño cambiara su actitud cuando quiera obtener algo, por lo
que tendremos berrinches frecuentes cada vez que se le diga que no.
Paciencia ante todo debemos mostrar paciencia hacia nuestros pequeños, ya que están en una
edad en la que no comprenden como nosotros las emociones que nos abordan, si en
medio del berrinche sentimos que perdemos la paciencia podemos pedir el apoyo
de algún integrante de la familia, para poder alejarnos y calmar nuestras
emociones. Es aconsejable hablar con los integrantes de nuestra familia para
poder utilizar los mismos métodos en el control de berrinches.
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